¡Samba de Janeiro! Hoy es mi día de suerte, me encuentro casi por casualidad entre dos contenedores a este bomboncito llamado Jazmine hablando por teléfono, ni tan siquiera puedo esperar a que cuelgue, necesito convencerla cuanto antes para que suba a casa conmigo, no acepto un no por respuesta, me he puesto tremendamente cachondo en cuanto la he visto y estoy dispuesto a tirar de chequera con tal de acabar empotrándomela como se merece. Tras charlar brevemente, le pido que se quite la ropa... ¡Qué maravilla de tetas! ¡Qué culazo brasileño! ¡Que pibonazo me voy a follar! No se que cojones tienen las brasileñas pero me ponen cerdísimo, y Jazmine ha sido lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo, un auténtico lujazo haberme follado a semejante hembra.