Salgo a dar una vuelta para comprobar qué tal sigue esta juventud perdida de nuestro país, me encanta coger la cámara y echarme a la calle para engrosar mi interminable lista de mujeres que están dispuestas a follar con un desconocido a cambio de un puñado de euros, para ello debo preguntar, sacar lo mejor de mí para entablar conversación con esas cabecitas locas, y me encuentro con esta pelirroja, Lilly Brans, un bellezón, y le propongo mi habitual concurso de preguntas. Empieza un poco floja, todo hay que decirlo, pero luego empieza a remontar. Así que le propongo ir a mi estudio para la prueba definitiva. Una vez ahí, consigo lo que quería, un nuevo Pilladas y que se quede como llegó al mundo, con esos pezones deliciosos mirándome y yo que me pongo cachondo con una facilidad terrible... pues tengo que follármela. Gemidos, embestidas a su coñito suave como un pastel y al final toda mi lefa para su boquita. ¡Menudo postre!